El proyecto se enmarca dentro una política de Estado impulsada por la alcaldía de Santa Marta en conjunto con la Fundación Carulla, que pretenden mejorar las condiciones educativas y alimentarias de comunidades que fueron desplazadas de áreas rurales de Colombia, a causa de la violencia y que luego se asentaron en la periferia de dicha ciudad.
El objetivo es desarrollar infraestructuras que mejoren la vida de niños de la primera infancia -entre 0 y 5 años de edad- en barrios y asentamientos de bajos recursos. En estos jardines sociales se desarrolla y se estimula a los niños y a su vez se les da una alimentación digna y balanceada que permite mejorar sus condiciones psicomotrices para su desarrollo posterior.
El jardín social de Timayui es obra del arquitecto colombiano Giancarlo Mazzanti y es un claro ejemplo de arquitectura con valor social que no deja de ser representativa y comunica significados.
Las aulas se construyeron con paneles portantes de poliestireno expandido con mallas de acero y hormigón proyectado. Este sistema constructivo de rápido y fácil montaje permitió la ejecución de los 2157 m² cubiertos en tan solo 3 meses.