Se trata de un edificio para la Escuela Nacional de Estadística y Administración Económica (ENSAE), de la Universidad Paris-Saclay. Son 15.300 metros cuadrados cubiertos, compuestos de aulas convencionales y especializadas, áreas de investigación, oficinas administrativas, una biblioteca, auditorios y otras dependencias.
Está ubicado justo en el encuentro entre el campus universitario y un entorno de meseta y laderas, en cercanías de París. Dicho en otras palabras, el proyecto se hace cargo de la transición entre lo urbano y lo paisajístico.
Es un edificio permeable, abierto, y de carácter urbano, pero que al mismo tiempo construye una intimidad particular, propia de los paisajes interiores en la arquitectura de claustros.
La estructura está siempre presente, siempre visible desde el interior. Es básicamente un exoesqueleto de acero que delinea regularmente todo el perímetro exterior del edificio con una serie de perfiles metálicos tipo H. Las vigas metálicas definen el grosor del edificio, vinculando con su largo de 15 metros, las fachadas externas con las caras interiores o "contrafachadas" del edificio.
Según la mirada de Magali Paris, Ingeniera paisajista e investigadora de la Escuela Nacional de Arquitectura de Grenoble (ENSAG), esta obra tiene definida su propia "microgeografía" que logra guiar la trayectoria de los usuarios, desde el espacio público hasta los corazones más íntimos del proyecto. Esta microgeografía se desarrolla en cuatro secuencias, comenzando por los espacios verdes frente a la fachada principal de la ENSAE, continuando por los dos grandes patios del claustro, para luego atravesar una tercer secuencia representada por las vistas hacia el paisaje -particularmente desde el espacio de la biblioteca- hasta llegar finalmente a los más íntimos jardines del edificio, en sus pisos superiores.
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Está ubicado justo en el encuentro entre el campus universitario y un entorno de meseta y laderas, en cercanías de París. Dicho en otras palabras, el proyecto se hace cargo de la transición entre lo urbano y lo paisajístico.
Es un edificio permeable, abierto, y de carácter urbano, pero que al mismo tiempo construye una intimidad particular, propia de los paisajes interiores en la arquitectura de claustros.
La estructura está siempre presente, siempre visible desde el interior. Es básicamente un exoesqueleto de acero que delinea regularmente todo el perímetro exterior del edificio con una serie de perfiles metálicos tipo H. Las vigas metálicas definen el grosor del edificio, vinculando con su largo de 15 metros, las fachadas externas con las caras interiores o "contrafachadas" del edificio.
Según la mirada de Magali Paris, Ingeniera paisajista e investigadora de la Escuela Nacional de Arquitectura de Grenoble (ENSAG), esta obra tiene definida su propia "microgeografía" que logra guiar la trayectoria de los usuarios, desde el espacio público hasta los corazones más íntimos del proyecto. Esta microgeografía se desarrolla en cuatro secuencias, comenzando por los espacios verdes frente a la fachada principal de la ENSAE, continuando por los dos grandes patios del claustro, para luego atravesar una tercer secuencia representada por las vistas hacia el paisaje -particularmente desde el espacio de la biblioteca- hasta llegar finalmente a los más íntimos jardines del edificio, en sus pisos superiores.
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