Andrés Soliz y Pavel Escobedo presentan la casa Nakasone, su primer proyecto residencial construido.
Reflexionan sobre el rol de los arquitectos y arquitectas frente al fenómeno de la (auto)construcción de la vivienda informal en México. Insisten en la necesidad de dotar de un plus de sentido a cualquier proyecto de arquitectura, sea cual sea el presupuesto disponible: la "construcción de la penumbra" o el manejo de la expresividad de los materiales, pero siempre vislumbrando una postura ética y política (y también estética) en cualquiera de sus trabajos.