La Fundación Proa es un centro de arte privado en donde se llevan a cabo exhibiciones temporarias, conferencias y conciertos, con el objetivo de difundir los grandes movimientos artísticos del siglo XX. Su nueva sede, ubicada en el barrio de La Boca (Buenos Aires) es un edificio de tres pisos que cuenta con cuatro salas de exposición, una librería especializada, un auditorio, un restaurante y una terraza.
El proyecto se concentró especialmente en la relación física y visual de los interiores con el exterior: tanto la fachada como la vereda se consideraron como configurantes de un espacio museístico, en donde el público accede al interior incluso antes de ingresar al edificio.
El vidrio es apto para funcionar como pantalla de retroproyección y materializa el sueño de un museo transparente y abierto, interactivo con el exterior. De este modo se logra interactuar con el barrio, favoreciendo el acceso y la permanente percepción de los vecinos.
Se trata de una arquitectura moderna sin compromisos, ponderando las ideas vanguardistas del Movimento Moderno Internacional, que en este caso se ven enriquecidas por la paleta de colores de Quinquela Martín. El edificio de la Fundación Proa, aunque inicialmente pareció ajena en un contexto urbano totalmente diferente, es ahora una marca arquitectónica incuestionable de la identidad de La Boca.