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CITÉ FRUGÈS: un barrio moderno para la clase obrera

Los Barrios Modernos Frugès (conocidos en francés como Quartiers Modernes Frugès, o simplemente "Cité Frugès") fueron una suerte de prototipo de ciudad que proyectó Le Corbusier, con la intención difundir sus ideas sobre la estandarización y producción masiva de la vivienda.
Para entender este "modelo" de ciudad, debemos remontarnos precisamente hacia el año 1923, cuando el maestro de la arquitectura moderna termina de escribir su libro "Vers une architecture" (Hacia una arquitectura), en el que expone sus fundamentos e ideas sobre la vivienda social económica.
Esa publicación logró captar la atención de Henri Frugès, un reconocido empresario de la industria azucarera que sentía atracción por las vanguardias de arte y arquitectura de la época. Frugès siempre fantaseó con la idea de alojar a sus obreros en “una gran pradera rodeada de pinos, creando una ciudad jardín”. Y fue así que luego de leer su libro se contactó con Le Corbusier y su primo Pierre Jeanneret para encomendarles un proyecto:

"Pessac debe ser un laboratorio. En una palabra, les pido que se planteen el problema de la planificación de la vivienda, que encuentren la estandarización adecuada, usando muros, pisos y techos de acuerdo con la más rigurosa solidez y eficacia, prestándose a una verdadera taylorización mediante el empleo de máquinas que les autorizo a adquirir [...]"

Esa era parte del texto del encargo realizado por el empresario azucarero, que rápidamente fue aceptado por los arquitectos, y de inmediato se daría comienzo al proyecto de los "Barrios Modernos Frugès", para la ciudad francesa de Pessac.
El objetivo de este nuevo barrio era ofrecer viviendas dignas a gente de bajos recursos económicos. Se pretendía lograr un plan masivo inspirado en el modelo de ciudad jardín inglesa, que incluyera una porción de terreno en donde poder cultivar sus propios alimentos. Era un plan ambicioso que originalmente contaba con 135 viviendas proyectadas.
La elección del lugar no fue casual: el terreno se encontraba próximo a las industrias en donde trabajarían los pobladores del barrio, y las vías del tren pasaban justo al lado. En aquel entonces esto representaba un signo de modernidad. Era un sector rodeado de árboles, en donde no se había edificado anteriormente.

TIPOLOGÍAS DE VIVIENDA
Le Corbusier y su mujer Yvonne en una de las terrazas.
El proyecto determinó un módulo o célula básica, de alrededor de 5m x 5m, que permitía una construcción seriada y con la cual se podía generar diferentes combinaciones tipológicas al combinarse con medios módulos. Según esos criterios, se dio lugar a un total de seis tipologías de vivienda, que se denominaron de la siguiente manera:
Zig-Zag, Quinconces [Damero], Jumelle [Gemela], Gratte-Ciel [Rascacielos], Arcade [Arcadas] e Isolée [Aislada].
Todas ellas comparten una serie de características, como son las terrazas, los patios, las ventanas moduladas y hasta la previsión de un espacio para el automóvil.
De estas seis combinaciones, sólo cuatro fueron efectivamente construidas:

- “Quinconce” o escalonada
Son tres unidades de vivienda que se caracterizan por estar vinculadas gracias a la utilización del medio módulo o "media célula". Esta unión produce una serie de variantes tanto en fachada como en la distribución de los espacios interiores, debido a la orientación. Cada vivienda se conforma de dos niveles: una planta baja donde se encuentra la sala, la cocina, un comedor, baño y recibidor, mientras que en planta alta se ubican dos habitaciones con sus correspondientes baños.

- “Arcade” o arcada
Esta tipología tiene una gran extensión longitudinal. Comienza con un vestíbulo y una terraza que se encuentra cubierta por una arcada que nace de la azotea y que cubre una doble altura. Esa cubierta curvada permite visuales hacia el bosque desde un espacio abierto pero techado. Esta unidad se une a otra generando en la fachada un ritmo de arcos y volúmenes destacados. En la planta baja, la casa tiene un salón-comedor, cocina, un baño, una habitación individual y la ya mencionada terraza cubierta. En el primer nivel se disponen tres habitaciones medianas con un baño.

- “Gratte-ciel” o rascacielos
Es la tipología más característica de esta villa industrial. Se extiende verticalmente en 3 niveles partiendo del módulo original de 5 x 5 m. a los que se adosan dos medios módulos. Esta célula se duplica simétricamente para crear un bloque de dos unidades habitacionales. A través de escaleras externas se llega a la terraza en donde se encuentra el jardín colgante.
El programa de esta vivienda organiza en planta baja a un espacio de recibidor, escaleras y estacionamiento. En el primer piso se encuentra el salón-comedor, junto con la cocina, un baño y una habitación individual. Por último, el segundo nivel cuenta con una habitación matrimonial y otra más pequeña. Desde este piso se accede (a través de una escalera externa) a la terraza, que tiene un sector cubierto y otro al aire libre.

- “Isolèe” o aislada (Vrinat) 
Esta última vivienda se levanta sobre pilotis, para garantizar una planta libre, a excepción del medio módulo central en el que se localiza la habitación de servicio con su baño propio. Se accede a esta casa luego de subir una escalera exterior que conduce a una pequeña terraza en el primer piso. Ahí se encuentra un vestíbulo-recibidor que conduce al salón-comedor. La planta se completa con una cocina, un baño y dos habitaciones. También está la posibilidad de continuar por dichas escaleras hasta llegar a la azotea, en donde una terraza y un espacio techado rematan el recorrido.

LA INNOVACIÓN APLICADA A LA VIVIENDA POPULAR 
En los años ´20 a la vivienda se la exigía más que nunca: tanto en materia sanitaria e higiénica, como también sobre la calefacción y la iluminación eléctrica. Y este proyecto no fue ajeno a ello: aquí se evidenciaron una serie de innovaciones, que por aquel entonces eran lujos a los que sólo podían acceder algunas familias adineradas: la instalación de agua corriente y el lavabo en el interior de la vivienda. Además, el horno de la cocina servía para calentar el agua del baño, mientras que su chimenea se encargaba de distribuir calor a todas las habitaciones de la casa a través de una red de conductos.
Y como si eso fuera poco, también contaban con un sistema para la recolección del agua de lluvia, que se almacenaba para regar el jardín. Algo que aún -casi 100 años más tarde- la inmensa mayoría de las casas no lo tienen.
Esta serie de instalaciones logró mejorar sustancialmente la calidad de vida de sus habitantes, provocando que ya no sólo las familias obreras, sino también las más adineradas tuvieran mucho interés por ese nuevo barrio.

Inauguracion de sectores C y D, en 1926.
Este proyecto representó un ensayo sin precedentes sobre la vivienda estandarizada, desde de donde se pretendía obtener casas de rápida ejecución y a un bajo precio.
Sin embargo, durante su desarrollo experimentaron problemas administrativos y de servicios. También comenzaba a crecer cierta resistencia hacia el proyecto, ya que empresarios, corporaciones y hasta algunos arquitectos desconfiaban de los métodos constructivos empleados. Se había generado un clima de hostilidad que se veía incluso potenciado por la prensa de varios países de Europa.
A causa de esto el proyecto se paralizó por tres años y durante ese lapso de tiempo surgirían algunas modificaciones respecto a la idea original. La obra se ejecutó en menos de un año por una empresa parisina que reemplazó a los insuficientes equipos locales, y finalmente se construyeron sólo 53 de las 135 viviendas del proyecto original.


"Sabes, es la vida quien tiene razón y el arquitecto el que está equivocado" 

Alteraciones en la fachada de una de las viviendas.
Eso respondió Le Corbusier en una entrevista con el arquitecto francés Philippe Boudon. Con esa frase sintetizaba sus reflexiones sobre lo que había ocurrido sólo un par de años después de que las viviendas se ocuparon. La obra se terminó en 1926, siendo visitada por el ministro de obras públicas. Pero esta flamante arquitectura del Movimiento Moderno se vio modificada de mano de los propios usuarios según sus necesidades, costumbres y su estilo de vida. Fueron ellos quienes dividieron los espacios interiores para formar nuevas habitaciones, eliminaron las ventanas horizontales para crear ventanas cuadradas más pequeñas, cubrieron las terrazas, eliminaron el garaje… tampoco era extraño ver paredes de piedra o persianas en las ventanas.
El maestro llegó a pensar que estos comportamientos eran una respuesta a los errores de su proyecto.  Aunque otros críticos leerían este accionar como una señal positiva, favorecida por la libertad que permitía el sistema para satisfacer las necesidades de sus usuarios.
El barrio se fue deteriorando con el pasar de los años, e incluso se consideró la posibilidad de demolerlo a principios de los años ´70. No era un barrio bien valorado por los habitantes de Pessac, incluso hasta el día de hoy. Pero a pesar de ello, en el año 1973 un propietario entendió el valor histórico de esta arquitectura y lo motivó a ejecutar la renovación integral de una de las casas. Más tarde en 1980, el barrio sería catalogado como monumento histórico, lo que impulsaría el comienzo de un proceso de restauración de toda la "Cité Frugès".

Se conservan en la actualidad unas 50 viviendas, debido a que tres de las 53 que se construyeron fueron bombardeadas y destruidas durante la Segunda Guerra Mundial. Muchas de ellas permanecen habitadas y sólo la Maison Gratte-Ciel es la única que está abierta al público para ser visitada.
Aún hoy son muchas las unidades que se encuentran deterioradas, o incluso deshabitadas, y en los últimos años han comenzado a aparecer personas que se interesan por estas casas para restaurarlas a su estado original. Resulta un negocio atractivo rehabilitar estas casas para venderlas en el mercado inmobiliario: los precios pueden alcanzar los 580.000 euros para una unidad de 100 metros cuadrados.

Pessac fue sin dudas un laboratorio. No sólo en términos de experimentación constructiva o social, sino también un laboratorio de ideas domésticas, en el que Le Corbusier pudo investigar sobre cuestiones funcionales, policromías o incluso teorías sobre la vivienda agrupada.
Actualmente el municipio de Pessac tiene la intención de que el barrio vuelva a lucir igual que el primer día. Para ello brindan asesoramiento técnico tanto a nuevos como antiguos propietarios que estén dispuestos a restablecer las viviendas a su estado original. 

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