Con su luminosa fachada de mármol de candoglia, el Duomo o Catedral de Milán es la obra de arquitectura gótica tardía que se conoce como el ícono indiscutido de esta ciudad del norte de Italia.
Esta iglesia tiene 157 metros de largo y llega a alcanzar 93 metros en su parte más ancha, y con estas proporciones monumentales puede llegar albergar una misa para 40.000 personas.
En el interior, la imponente estructura con altas columnas de mármol logran un espacio estilizado y de escala monumental.
La catedral comenzó su construcción en 1386 a cargo del arzobispo, Antonio da Saluzzo, pero tras el paso de diversos arquitectos y un sinfín de obreros con el correr de los siglos, los detalles finales de la catedral fueron terminados recién en el siglo XX, con la inauguración de su última puerta en enero de 1965.
Esta iglesia tiene 157 metros de largo y llega a alcanzar 93 metros en su parte más ancha, y con estas proporciones monumentales puede llegar albergar una misa para 40.000 personas.
En el interior, la imponente estructura con altas columnas de mármol logran un espacio estilizado y de escala monumental.
La catedral comenzó su construcción en 1386 a cargo del arzobispo, Antonio da Saluzzo, pero tras el paso de diversos arquitectos y un sinfín de obreros con el correr de los siglos, los detalles finales de la catedral fueron terminados recién en el siglo XX, con la inauguración de su última puerta en enero de 1965.