La misión del estudio de arquitectura de Franklin Azzi fue doble: una planificación urbana de todo el sector de fábricas que pertenecía a esa empresa, y el diseño arquitectónico de la Escuela Superior de Bellas Artes de Nantes.
En el edificio, las estructuras metálicas existentes son la evidencia de lo que fueron los almacenes. Fueron revestidas con un filtro de tubos metálicos en el exterior, que logran revelar el programa interno del edificio para contribuir así a la cohesión urbana.
La presencia de enormes desiertos industriales y portuarios, antiguas fábricas y bodegas, han logrado que la ciudad impulsara un proyecto de desarrollo urbano completo y coherente, basado en la recuperación del patrimonio industrial existente.
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