La propuesta de Tatiana Bilbao para la Casa Ajijic, en México, plantea un diálogo variable entre el proyecto, la construcción y la naturaleza, en donde la tierra compactada es una solución constructiva sostenible y a la vez intérprete de una sensibilidad estética con un lenguaje actual.
En definitiva es una apuesta por el redescubrimiento de los métodos artesanales que emplean los recursos materiales del lugar, pero incorporados al proyecto arquitectónico en clave contemporánea.