Situada en la antigua ciudad de Kioto, la vivienda O House se diseña como un cobertizo extendido hacia el exterior de la casa principal distribuida en tres diferentes plantas. Una vivienda unifamiliar con un particular diseño llevado a cabo por el estudio de arquitectura japonés Hideyuki Nakayama Architecture.
El principal espacio vital se encuentra bajo el cobertizo en la planta baja. Un espacio en el que encontramos la cocina, el espacio de comedor, y una sala dedicada al baño inspirada en la arquitectura tradicional japonesa. Los espacios situados alrededor de edificación principal mantienen la comunicación con el exterior, el jardín, la fachada principal y el cobertizo. Para el equipo de diseño no hubo ninguna intención desde el principio de llevar el exterior hacia el interior, pero fue tal la necesidad de dar una mayor profundidad a la vivienda que como resultado la edificación terminó por fusionarse con el paisaje urbano.
El volumen de la vivienda se caracteriza por una planta particular, la cual vista desde el exterior puede llegar a parecer como una torre dependiendo desde donde se mire. Una planta longitudinal y estrecha que se divide en dos plantas completas y un altillo. Manteniendo los espacios diurnos en la planta baja, el lugar donde duerme la familia se encuentra en la segunda planta a la cual se accede mediante una escalera en espiral, un espacio libre de ornamento que funciona como el ambiente más privado de la casa.
El interior es un espacio curvo donde la porción de la escalera, el pavimento barnizado y los muebles y decoración se encuentran perfectamente ordenados sin mostrar un sentido de distancia lógica entre sí. La elección del blanco como color principal tanto en muros, techos y pavimento consigue expandir los espacios y mantener un ambiente ligero y relajante.
Una filosofía minimalista donde la función prevalece sobre el ornamento, espacios básicos pero con un diseño que transmite la esencia de la cultura tradicional a través de un estilo y un concepto arquitectónico contemporáneo.
fuente: arquitecturayempresa.es
El principal espacio vital se encuentra bajo el cobertizo en la planta baja. Un espacio en el que encontramos la cocina, el espacio de comedor, y una sala dedicada al baño inspirada en la arquitectura tradicional japonesa. Los espacios situados alrededor de edificación principal mantienen la comunicación con el exterior, el jardín, la fachada principal y el cobertizo. Para el equipo de diseño no hubo ninguna intención desde el principio de llevar el exterior hacia el interior, pero fue tal la necesidad de dar una mayor profundidad a la vivienda que como resultado la edificación terminó por fusionarse con el paisaje urbano.
El volumen de la vivienda se caracteriza por una planta particular, la cual vista desde el exterior puede llegar a parecer como una torre dependiendo desde donde se mire. Una planta longitudinal y estrecha que se divide en dos plantas completas y un altillo. Manteniendo los espacios diurnos en la planta baja, el lugar donde duerme la familia se encuentra en la segunda planta a la cual se accede mediante una escalera en espiral, un espacio libre de ornamento que funciona como el ambiente más privado de la casa.
El interior es un espacio curvo donde la porción de la escalera, el pavimento barnizado y los muebles y decoración se encuentran perfectamente ordenados sin mostrar un sentido de distancia lógica entre sí. La elección del blanco como color principal tanto en muros, techos y pavimento consigue expandir los espacios y mantener un ambiente ligero y relajante.
Una filosofía minimalista donde la función prevalece sobre el ornamento, espacios básicos pero con un diseño que transmite la esencia de la cultura tradicional a través de un estilo y un concepto arquitectónico contemporáneo.
fuente: arquitecturayempresa.es