El proyecto rehabilitación del antiguo picadero trata de recuperar la memoria del lugar, desarrollando una rehabilitación desde la economía y la racionalidad de medios, resaltando los valores de la propia edificación existente desde la capacidad del propio edificio de resolver la relación con su entorno y programa a través de su contundencia formal y constructiva.
Desarrollada esta sensibilidad frente al proyecto en primer lugar se procede a la eliminación de la fachada de amianto de 1963 nociva para la salud y al diseño de un nuevo cerramiento que además de contribuir a realzar los valores arquitectónicos, ambientales y paisajísticos de la edificación existente, trata de optimizar su comportamiento energético.
La nueva fachada se ha diseñado cuidadosamente teniendo muy en cuenta el imponente entorno natural en el que se ubica el actual picadero cubierto, rodeado de abundante vegetación y árboles de gran porte de hoja caduca. Desde el exterior el nuevo cerramiento se mimetiza con el entorno natural arbolado, a través de los juegos de transparencias, reflejos, luces y sombras que se filtran y proyectan a través de las dos pieles que lo componen:
UNA PRIMERA PIEL DE POLICARBONATO TRANSPARENTE sobre una subestructura de acero existente reutilizada, que garantiza la estanqueidad del conjunto y mejora la calidad higrotérmica del lugar, permitiendo la necesaria captación solar en los meses infra calentados de mayor uso de la instalación y la ventilación cruzada del picadero en los meses calurosos del año.
UNA SEGUNDA PIEL QUE ACTÚA COMO PROTECCIÓN FRENTE A LA RADIACIÓN SOLAR en los meses más calurosos y a su vez permite la entrada de la radiación solar en los meses infra calentados. Esta piel se compone de un entramado de rastreles de madera, inspirado en el arbolado perimetral, que sujeta los listones de madera tratados dispuestos horizontalmente que forman la celosía de protección solar cuidadosamente estudiada.
fuente: vimeo.com
Desarrollada esta sensibilidad frente al proyecto en primer lugar se procede a la eliminación de la fachada de amianto de 1963 nociva para la salud y al diseño de un nuevo cerramiento que además de contribuir a realzar los valores arquitectónicos, ambientales y paisajísticos de la edificación existente, trata de optimizar su comportamiento energético.
La nueva fachada se ha diseñado cuidadosamente teniendo muy en cuenta el imponente entorno natural en el que se ubica el actual picadero cubierto, rodeado de abundante vegetación y árboles de gran porte de hoja caduca. Desde el exterior el nuevo cerramiento se mimetiza con el entorno natural arbolado, a través de los juegos de transparencias, reflejos, luces y sombras que se filtran y proyectan a través de las dos pieles que lo componen:
UNA PRIMERA PIEL DE POLICARBONATO TRANSPARENTE sobre una subestructura de acero existente reutilizada, que garantiza la estanqueidad del conjunto y mejora la calidad higrotérmica del lugar, permitiendo la necesaria captación solar en los meses infra calentados de mayor uso de la instalación y la ventilación cruzada del picadero en los meses calurosos del año.
UNA SEGUNDA PIEL QUE ACTÚA COMO PROTECCIÓN FRENTE A LA RADIACIÓN SOLAR en los meses más calurosos y a su vez permite la entrada de la radiación solar en los meses infra calentados. Esta piel se compone de un entramado de rastreles de madera, inspirado en el arbolado perimetral, que sujeta los listones de madera tratados dispuestos horizontalmente que forman la celosía de protección solar cuidadosamente estudiada.
fuente: vimeo.com