Localmente conocida como biblioteca España, en referencia a la donación hecha por la corona española para su construcción, este edificio representa la implementación urbana y social de las más arriesgadas y contundentes de Medellín.
Sitio y paisaje (reino público)
El edificio, conformado por tres bloques macizos independientes, se sitúa en la cima del cerro Santo Domingo, en la comuna nororiental del mismo nombre, y se eleva como hito arquitectónico, espacio de llegada y último mirador de la ciudad marginal sobre la ciudad formal.
Cubriendo densamente las laderas que enmarcan el valle de Medellín, cientos de pequeñas y medianas construcciones de ladrillo constituyen la imagen más fuerte y emblemática de este borde la ciudad, lentamente conquistado durante las últimas décadas como consecuencia de la migración rural. Los tres volúmenes que conforman la biblioteca, revestidos en piedra muy oscura, coronan este paisaje de desprolijidad homogénea; desde el valle, la identificación de los volúmenes es dificultosa, por la mímesis que el color elegido produce contra el paisaje de los cerros. Al acercarse, sin embargo, los bloques comienzan a visualizarse y despegarse, con una escala y un peso absolutamente dominantes.
El acceso desde la ciudad es posible por medio del metrocable o sistema aéreo de transporte público, que se conecta directamente con la línea regular del metro de Medellín; la nueva biblioteca se encuentra a metros de la última estación del metrocable. La decisión de localizar este edificio sobre la cumbre del cerro se integra con el PUI de la comuna nororiental, cuya intervención más significativa es la construcción de este sistema de góndolas y la renovación de una vía vehicular que coincide con la traza aérea del cable. Respecto de la zona peatonal, actualmente el acceso es posible y está apoyado por la presencia de plazas pequeñas y espacios públicos agregados a lo largo de la extensión de esta vía, que asciende a través de los barrios.
Funcionalmente, la biblioteca se apoya en un plano horizontal y conector desarrollado en dos niveles: el plano inferior o de acceso común y el plano superior o terraza conectora, desde el que se accede de manera independiente a cada uno de los tres volúmenes. Desde el borde occidental de esta terraza se despliegan fabulosas vistas hacia el valle y los cerros, y desde el borde opuesto se balconea a la calle y a unos espacios públicos nuevos del área.
Arquitectura (reino privado)
El plano de acceso común conecta directamente con la entrada principal de la biblioteca: un lobby central distribuidor que sirve como espacio de exhibición y de arte y cuyo cerramiento está conformado por un sistema de tubos metálicos entrecruzados. A través de este plano vertical semitransparente se tamiza la luz hacia el interior y, cuando se ilumina desde adentro, produce un efecto de lámpara urbana sobre la terraza.
Cada uno de los volúmenes responde a una función específica, requerida en el programa. El concurso pedía un mismo edificio pero el arquitecto decidió independizar las áreas físicamente, estableciendo mayor flexibilidad y complejidad espacial. Uno alberga la biblioteca, el otro la ludoteca y el último contiene el auditorio.
Estos volúmenes se materializan con una estructura de concreto, conformada por cuatro grandes columnas y una fachada despegada, revestida exteriormente con una piedra local casi negra. En el interior, el espacio definido entre la estructura y la piel envolvente de la fachada se utiliza como recolector de luz natural, que entra a través de una serie de pequeños aventanamientos dispuestos rítmicamente en cada una de las caras.
En el edificio de la biblioteca, los anaqueles se disponen perimetralmente, a modo de anillo alrededor del espacio de trabajo, de doble altura. En un nivel intermedio, otro anillo que balconea sobre el espacio central ofrece un área de computación para uso público.
El espacio de la ludoteca se extiende en un mismo plano y repite la estructura de fachada despegada que recoge la luz natural, con estructuras a la vista.
El volumen del auditorio es el único diferente en este sentido, debido a las funciones específicas que alberga y que requieren penumbra.
El mobiliario de cada uno de los espacios fue diseñado por la misma oficina y se caracteriza por el uso de formas geométricas, simples y fáciles de desplazar, con un importante componente de color. La identificación de la comunidad con este nuevo elemento urbano, de carácter social y para usos culturales y recreativos, se da a través de varias decisiones de diseño y de implementación, todas ellas relacionadas con la oferta de una cotidianeidad digna y agradable.
fuente: arqa.com
Sitio y paisaje (reino público)
El edificio, conformado por tres bloques macizos independientes, se sitúa en la cima del cerro Santo Domingo, en la comuna nororiental del mismo nombre, y se eleva como hito arquitectónico, espacio de llegada y último mirador de la ciudad marginal sobre la ciudad formal.
Cubriendo densamente las laderas que enmarcan el valle de Medellín, cientos de pequeñas y medianas construcciones de ladrillo constituyen la imagen más fuerte y emblemática de este borde la ciudad, lentamente conquistado durante las últimas décadas como consecuencia de la migración rural. Los tres volúmenes que conforman la biblioteca, revestidos en piedra muy oscura, coronan este paisaje de desprolijidad homogénea; desde el valle, la identificación de los volúmenes es dificultosa, por la mímesis que el color elegido produce contra el paisaje de los cerros. Al acercarse, sin embargo, los bloques comienzan a visualizarse y despegarse, con una escala y un peso absolutamente dominantes.
El acceso desde la ciudad es posible por medio del metrocable o sistema aéreo de transporte público, que se conecta directamente con la línea regular del metro de Medellín; la nueva biblioteca se encuentra a metros de la última estación del metrocable. La decisión de localizar este edificio sobre la cumbre del cerro se integra con el PUI de la comuna nororiental, cuya intervención más significativa es la construcción de este sistema de góndolas y la renovación de una vía vehicular que coincide con la traza aérea del cable. Respecto de la zona peatonal, actualmente el acceso es posible y está apoyado por la presencia de plazas pequeñas y espacios públicos agregados a lo largo de la extensión de esta vía, que asciende a través de los barrios.
Funcionalmente, la biblioteca se apoya en un plano horizontal y conector desarrollado en dos niveles: el plano inferior o de acceso común y el plano superior o terraza conectora, desde el que se accede de manera independiente a cada uno de los tres volúmenes. Desde el borde occidental de esta terraza se despliegan fabulosas vistas hacia el valle y los cerros, y desde el borde opuesto se balconea a la calle y a unos espacios públicos nuevos del área.
Arquitectura (reino privado)
El plano de acceso común conecta directamente con la entrada principal de la biblioteca: un lobby central distribuidor que sirve como espacio de exhibición y de arte y cuyo cerramiento está conformado por un sistema de tubos metálicos entrecruzados. A través de este plano vertical semitransparente se tamiza la luz hacia el interior y, cuando se ilumina desde adentro, produce un efecto de lámpara urbana sobre la terraza.
Cada uno de los volúmenes responde a una función específica, requerida en el programa. El concurso pedía un mismo edificio pero el arquitecto decidió independizar las áreas físicamente, estableciendo mayor flexibilidad y complejidad espacial. Uno alberga la biblioteca, el otro la ludoteca y el último contiene el auditorio.
Estos volúmenes se materializan con una estructura de concreto, conformada por cuatro grandes columnas y una fachada despegada, revestida exteriormente con una piedra local casi negra. En el interior, el espacio definido entre la estructura y la piel envolvente de la fachada se utiliza como recolector de luz natural, que entra a través de una serie de pequeños aventanamientos dispuestos rítmicamente en cada una de las caras.
En el edificio de la biblioteca, los anaqueles se disponen perimetralmente, a modo de anillo alrededor del espacio de trabajo, de doble altura. En un nivel intermedio, otro anillo que balconea sobre el espacio central ofrece un área de computación para uso público.
El espacio de la ludoteca se extiende en un mismo plano y repite la estructura de fachada despegada que recoge la luz natural, con estructuras a la vista.
El volumen del auditorio es el único diferente en este sentido, debido a las funciones específicas que alberga y que requieren penumbra.
El mobiliario de cada uno de los espacios fue diseñado por la misma oficina y se caracteriza por el uso de formas geométricas, simples y fáciles de desplazar, con un importante componente de color. La identificación de la comunidad con este nuevo elemento urbano, de carácter social y para usos culturales y recreativos, se da a través de varias decisiones de diseño y de implementación, todas ellas relacionadas con la oferta de una cotidianeidad digna y agradable.
fuente: arqa.com