En el límite del casco histórico de Turín, próxima a la estación ferroviaria de Porta Susa, se levanta la nueva sede del grupo bancario italiano Intesa Sanpaolo —obra del genovés arquitecto Renzo Piano—, después de cinco años de construcción. La torre de 166 metros de altura contiene: tres niveles bajo rasante destinados a aparcamientos; un vestíbulo atravesado por una galería de acceso al jardín Nicola Grosa; un auditorio con capacidad para 364 espectadores; 26 plantas de oficinas; y, coronando el rascacielos, un invernadero de tres alturas, abierto al público, que contiene un restaurante, una sala de exposiciones y una terraza con vistas panorámicas. Mientras en la fachada sur se incorporan paneles fotovoltaicos para captar la energía solar, la doble piel envolvente, de vidrio y aluminio lacado en blanco, regula el calor mediante un sistema de aberturas y pantallas con persianas motorizadas para controlar la iluminación y el confort térmico en las áreas de trabajo.
fuente: www.arquitecturaviva.com
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