El proyecto está ubicado en las faldas de la sierra madre en un terreno descendente, por lo que el frente a la calle es el sur, la sierra, y al poniente colinda con otra propiedad. Es una casa de diseño personalizado para una familia de 5 integrantes con múltiples necesidades y contradicciones, que hacen de esta tensión el carácter mismo del proyecto. Tiene las áreas formales y familiares separadas en distintos volúmenes, pero al mismo tiempo están conectadas directamente. El área privada del segundo nivel es íntimo y protegido, pero permea y conecta con la sala familiar, el corazón de la casa.
La vivienda responde a la composición de 3 piezas generadas de acuerdo a la función de los programas y en respuesta a su emplazamiento. La corona, en amarillo, cerrada y en la parte alta, es el elemento de mayor presencia. Guarda las habitaciones y representa el área privada, simbolizando solidez y protección. El pabellón, en azul obscuro, atiende las actividades sociales. Su forma característica conecta hacia la sierra; en visuales interiores enmarca y en exteriores cede la vista a la montaña, dándole de esta manera la distinción requerida a los eventos que ahí suceden. El basamento adapta el terreno a las piezas, interconectando áreas entre sí, sirviendo de mediador con el contexto, cerrándose a la calle y abriéndose hacia el jardín y la vista a la ciudad. Esta pieza conecta las áreas de manera horizontal con el amplio recibidor y de manera vertical con la doble altura del cuarto familiar que coincide con el centro del volumen superior.
El carácter espacial de cada una de las piezas que forman el proyecto determinan la actividad y generan experiencias distintas de acuerdo a la intención de su función, además de la permeabilidad que existe entre la tensión de la unión de cada pieza. Una de las intenciones principales fue generar una fuga visual constante pero con un sentimiento de cobijo y refugio, que proteja de la exposición del exterior y del sentimiento de sentirse fuera de escala por lo largo de la perspectiva.
fuente: www.redfundamentos.com
La vivienda responde a la composición de 3 piezas generadas de acuerdo a la función de los programas y en respuesta a su emplazamiento. La corona, en amarillo, cerrada y en la parte alta, es el elemento de mayor presencia. Guarda las habitaciones y representa el área privada, simbolizando solidez y protección. El pabellón, en azul obscuro, atiende las actividades sociales. Su forma característica conecta hacia la sierra; en visuales interiores enmarca y en exteriores cede la vista a la montaña, dándole de esta manera la distinción requerida a los eventos que ahí suceden. El basamento adapta el terreno a las piezas, interconectando áreas entre sí, sirviendo de mediador con el contexto, cerrándose a la calle y abriéndose hacia el jardín y la vista a la ciudad. Esta pieza conecta las áreas de manera horizontal con el amplio recibidor y de manera vertical con la doble altura del cuarto familiar que coincide con el centro del volumen superior.
El carácter espacial de cada una de las piezas que forman el proyecto determinan la actividad y generan experiencias distintas de acuerdo a la intención de su función, además de la permeabilidad que existe entre la tensión de la unión de cada pieza. Una de las intenciones principales fue generar una fuga visual constante pero con un sentimiento de cobijo y refugio, que proteja de la exposición del exterior y del sentimiento de sentirse fuera de escala por lo largo de la perspectiva.
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