El maestro arquitecto y su esposa restauradora nos reciben en su casa convertida de estilo georgiano en Londres.
Ruth Rogers bromea diciendo que su esposo, cuyos logros incluyen el Centro Pompidou, Lloyds of London y The Millennium Dome, tomó una casa y la convirtió en un granero. Sin embargo, extraordinariamente el exterior del edificio es una terraza georgiana arquetípica; una fachada resplandeciente de ladrillo con ventanas uniformes y estuco inteligente. Desde la calle no hay indicios de la vertiginosa escalera que zigzaguea por el aire del dramático espacio habitable interior. "Una habitación es el comienzo de una ciudad", dice Rogers y hay muchos asentimientos hacia sus preocupaciones arquitectónicas. Una paleta industrial de luz natural y color ácido brillante está en todas partes. Incluso los geranios son de un rosa característico. Una columna de retratos de Mao Zedong cortesía de Andy Warhol, obras de Cy Twombly y una excelente colección de Philip Gustons junto con obras de arte mexicano y racimos de elegantes vasijas de cerámica hechas por la madre de Richard. Que los Rogers se refieran al espacio habitable como una "piazza" es significativo; el espíritu comunitario de Italia, y en particular Florencia, donde nació Richard, es una influencia perdurable para ambos.